domingo, 26 de abril de 2020

Virtualidad en tiempos de pandemia - 10 sugerencias. Un llamado a la tranquilidad.

Les propongo acercarnos a 10 puntos que pueden ayudarnos a reflexionar acerca de cómo llevar adelante la tarea docente en la virtualidad, y además es una invitación a bajar unos cambios y estar tranquilos. Este es un mensaje que apela a la tranquilidad.
No es una receta, son solo sugerencias, de alguien a quien le apasiona la educación mediada, y la educación a distancia.
Si te parece oportuno te invito a compartirlo. También por supuesto podemos no estar de acuerdo con alguno de los puntos, y sería interesante leerte en los comentarios.
Acá vamos!

1) Tranquilos, esto no es Educación a Distancia, no se esperaba que fueras un experto en el tema
Te preguntarás "¿Cómo no, si estamos enseñando/aprendiendo sin estar en un mismo sitio?", en algún sentido sí, pero a lo que apunto es que en esta situación inesperada por todos, una situación de pandemia, que surge sin haber podido anticipar nada, no "planificamos para la virtualidad", sino que planificamos para la presencialidad (allá en febrero, marzo, un año luz atrás, te acordás? :)).
Cuando diseñamos para Educación a Distancia lo hacemos desde el minuto cero de su concepción. La virtualidad es el medio sine qua non, se piensan objetivos, recorridos, actividades, formas de evaluación, con la total certeza de que estudiantes y docentes estarán separados geográficamente, y un medio digital será  el canal que procurará el encuentro. En nuestro caso, para decirlo coloquialmente "salimos al ruedo", y de un día para el otro nos pusimos a pensar qué hacer y sobre todo "cómo hacerlo!!!". Algunos se desesperaron más que otros porque tenían más o menos cercanía con las famosas TIC (tecnologías de la información y la comunicación) que hace tanto tiempo escuchábamos decir que era importante empezar a integrarlas.
Con todo esto, lo que quiero decir en este punto es "tranquilos", no tenemos por qué ser expertos en educación a distancia, podés haber tenido una inquietud en el pasado y formarte para eso, o leer al respecto, pero lo cierto es que  no todos tenemos los mismos llamados en formación. Ahora bien, dada la situación entre nosotros lo que sí debemos hacer es afinar nuestra actitud positiva y salir al encuentro de la mejor manera que nos es posible.

2) Mantené "simple"
Aquí hay una doble invitación: para quienes tienen manejo de tecnologías digitales y para quienes no tanto. Para los segundos les diría no desesperen en la búsqueda de cientos de herramientas, plataformas, etc. Piensen en qué es lo que ya conocen, en qué sienten seguridad en cuanto a su operación, no solo en términos instrumentales sino sobre todo en sus posibilidades didácticas. Si tu zona de confort en términos digitales es preparar un archivo de texto y enviarlo, es genial. A ese archivo podés enriquecerlo con hipertexto, imágenes, infografías, enlaces a otras páginas, etc. Puede hacerse mucho con un archivo de texto! Digo, no necesitamos ser expertos en tecnologías, para poner a disposición material de calidad. A los primeros, es decir a los que tienen mucho manejo de herramientas digitales, les digo busquen un equilibrio, no es tiempo de grandes destrezas tecnológicas, y de fuegos artificiales en cada presentación, es necesario buscar el punto medio que nos ayude a llegar a la mayoría, de manera clara, concreta y ordenada, sin marear con grandes destellos binarios. Pasa en ocasiones que queremos poner todo en la mesa, y termina confundiendo. Hagamos un llamado a la simpleza, al equilibrio.
Dos últimas sugerencias, tratá de que los materiales y espacios que presentes a los alumnos los ayude a construir una idea de "aula", de espacio seguro que reconocen cada vez que entran, y al que quieran volver!. En esto te puede ayudar mantener formatos, colores, íconos, etc. La última, nos permite este orden en la simpleza los tiempos en que presentamos nuevos recursos y las devoluciones. Que los chicos, y sus familias, sepan cuándo y dónde buscar lo nuevo, y tengan devoluciones sobre sus entregas es vital para su organización y previsión del tiempo. Deja de ser simple cuando no hay momentos organizados en este sentido y debemos estar atentos todo el tiempo a lo nuevo.

3) Leé el contexto
Nadie mejor que el docente para conocer cuáles son las posibilidades reales de acceso que tienen los estudiantes y sus familias. Si bien no hubo mucho tiempo para conocerlos, tal vez los conocían de años anteriores, o por sus hermanos, o por otros docentes. Sino deberemos indagar. En nivel superior esto será directamente con los alumnos. A través de este conocimiento es también que debemos basar nuestras elecciones de entornos y herramientas, o ajustar lo que ya elegimos. Lo importante es llegar a la mayor cantidad de estudiantes posibles, y en otros casos personalizar.
En algunos casos pensarás en entornos como aulas virtuales, en otros en redes sociales, en otros en aplicaciones de mensajería como WhatsApp, etc.,  y no está mal, tal vez esto es lo más viable en tu contexto. Lo importante es, que sea cual sea la plataforma de comunicación que elijas estudies cuál es la mejor manera de operarla para que los procesos de enseñanza y aprendizaje puedan lograrse, para que el "encuentro" sea posible.

4) No caigas en el "tecnocentrismo", la clave sigue siendo la didáctica.
¿Qué es esto? No debemos basar nuestro diseño de secuencias didácticas pensando principalmente en las herramientas. Es decir, las herramientas como centro. La mirada debe ser inversa, primero pienso los objetivos, los contenidos, estrategias, etc, y luego pienso qué herramientas digitales pueden facilitar, enriquecer, potenciar este proceso.
Recuerdo a Judi Harris y su metáfora: un arquitecto no construye una casa basándose en el diseño de una canilla que compró el cliente. El profesional pone de manifiesto su experticia combinando diferentes elementos que estén en sintonía, de modo que mantenga una armonía total. Lo mismo ocurre aquí, no diseñamos en base a herramientas digitales, las mismas son un medio para lograr objetivos pedagógicos. Termina siendo un juego de equilibrio. El docente y su arte.
Debemos ser usuarios críticos y responsables de las tecnologías que tenemos a disposición, y continuar poniendo el acento en la didáctica.

5) Pensá en tu Entorno Personal de Aprendizaje (PLE) y buscá fortalecerlo en tu beneficio
El PLE está conformado por tres dimensiones: tus contactos en la red, tus sitios de referencia, y las herramientas digitales que operás. Preguntate, en las redes sociales a quién seguís? Seguís a referentes en educación? Seguís a entidades educativas? Seguís a expertos en tu disciplina? Si no lo hacés, es momento de hacerlo. Ellos pueden brindarte ideas/enfoques/miradas que luego vos contextualizás.  Qué sitios tenés marcados en Favoritos? Seguís portales educativos? blogs de referentes? también es momento de buscar y guardar en nuestra biblioteca digital sitios de confianza que colaboren en nuestra práctica. Por último, pensá y listá todas esas herramientas que conocés u operás, agrupalas según su función (para publicar, para analizar, para crear, para postear, ....etc) o indicando qué hacen concretamente (nube de palabras, test on line, infografías, etc).
Tomar conciencia de las fortalezas y debilidades de nuestro PLE nos enfoca en la dirección que debemos tomar para enriquecerlo y sacar provecho de nuestro tiempo.

6) Se consciente de que enseñás más que disciplinas, tal vez sin haberlo planificado
Tal vez no somos conscientes de que este tiempo pone de manifiesto que nuestros estudiantes (y también nosotros) están aprendiendo mucho más que disciplinas! Seguramente notaste que se ha ganado mucho en autonomía, en la toma de decisiones, en gestión digital, en comunicación en diferentes entornos, adaptación ante los cambios, etc. Todo esto facilita otra competencia que todos debemos fortalecer y promover en cada oportunidad: aprender a aprender. El día de mañana (y en el presente también) aprenderemos por fuera de las instituciones formales, y todas estas competencias blandas que mencioné anteriormente (y otras) colaboran enormemente en lograrlo. Debemos enseñar a aprender. Lo estamos haciendo, y tal vez no somos conscientes, por eso lo listé, para que lo valoremos.

7) Algunas ideas digitales
Para quienes gusten leer sobre herramientas, no voy a decir nada nuevo, menciono algunas posibilidades por si no conocían e indaguen si lo creen necesario. Sin nombres, porque hoy están y mañana no, o pasan a ser de pago, pero sí menciono lo que pueden lograr con ellas, por ejemplo: nubes de palabras, cuestionarios on line, infografías, líneas de tiempo, juegos interactivos, mapas mentales, mapas conceptuales, podcasts, editores de imágenes, presentaciones digitales, documentos de texto colaborativos, geolocalización, muros, etc. Plataformas: blogs, aulas virtuales, salas de videoconferencia, grupos en redes sociales, etc.
Recuerden, uso consciente y crítico. En algunas oportunidades menos es más. Mantengamos simple.

8) Buscá retroalimentación
Pasado un tiempo del inicio de esta etapa, habiendo salido un poco de la vorágine inicial, poné una pausa y preguntate: "lo que está ocurriendo allí, en esa virtualidad que construí, ¿es realmente un acto pedagógico?" Buscá respuesta a esa inquietud. Buscá la manera, una encuesta, preguntas a familias o a los estudiantes por algún medio, lo que elijas estará bien, lo importante aquí es "escuchar", estar abierto a las respuestas que puedan darnos, tomarlo como insumo de nuestra práctica. Si solo dejamos materiales y actividades, pero no sabemos qué está pasando del otro lado, cómo está siendo recibido, puede convertirse en un soliloquio, o en esas famosas clases magistrales presenciales donde sentimos que no hay lugar al "no entendí". La retroalimentación es fundamental. Escuchemos qué pasa del otro lado y ajustemos lo que tengamos que ajustar.

9) Provocá mesetas si es necesario
Vamos por una graficación que tenemos muy a mano hoy en día. Todos hablamos de la pandemia, y de la famosa curva en ascenso, de la cima y cuándo llegará. Estamos haciendo todo lo posible para que esa curva no suba de golpe, provocando amesetarla. Hagamos lo mismo. Si sentimos que estamos en una curva que va en ascenso en relación a las cantidades y tiempos, que estamos tapados de trabajo y eso nos abruma, pensemos en provocar una meseta, para docentes y estudiantes. Hagamos un stop, propongamos un impase. No es tiempo perdido, es tiempo productivo. Tal vez disponer un tiempo de ponernos al día, estudiantes con sus actividades y docentes con sus correcciones/planificaciones/búsquedas. Te aseguro que será un tiempo que nos renovará el aire, lo necesitamos, lo merecemos.

10) Aquí no te dejo una sugerencia. Te dejo una reflexión que para mi es más que apropiada en este tiempo, y está en sintonía con lo que quiero expresar. El análisis pertenece a Jordi Adell, Doctor en Educación muy reconocido, español, que forma parte de mi PLE :)

"La innovación tecnológica no implica innovación didáctica. El uso de herramientas no nos convierte en profesores innovadores. Es el uso de buena pedagogí­a lo que nos convierte en profesores innovadores, y si además de buena pedagogí­a usamos buenas herramientas somos profesores innovadores del siglo XXI. Innovación sí­, pero primero didáctica". 


Gracias por interesarte. Gracias por leer.